Panamá, célebre por el Canal que une el Atlántico y el Pacifico, esconde selvas impenetrables, culturas primitivas y reservas naturales de un valor incalculable. Cuenta, además, con otro atractivo difícil de olvidar, sus gentes de espíritu siempre dispuesto a ponerle ritmo a la vida y a compartirlo con cualquier viajero.